La llegada

Por fin llegas al Centro de Investigación Paleontológica. Ese viaje en taxivión ha hecho que se te revuelvan las tripas como si acabaras de dar 384 vueltas en looping en un viaje de transbordador espacial. Igualmente, te esfuerzas en sonreír al piloto mientras le das las gracias. 

Con tus 16 años, casi recién cumplidos, por fin ves ante ti el enorme complejo de edificios. Las formas curvas de acero y hormigón se mezclan con las brillantes superficies de cristal, que reflejan la tenue luz del sol y te deslumbran. Tu sueño de toda la vida, al fin hecho realidad. 

Se te hace raro pensar que tú has sido la elegida para trabajar en este centro, entre tantos alumnos del “Scientific Space-Time Intelligence Institute”. Solo los alumnos más destacados pueden optar a trabajar antes de sus 18 años. Tus padres te metieron allí porque desde que naciste el 5 de mayo de 3005 has querido trabajar aquí, el lugar donde las mentes más brillantes buscan la manera de limpiar definitivamente la atmósfera y la Tierra de toda la contaminación de nuestros antepasados. "El lugar donde se estudia el pasado para encontrar la solución del futuro". Recuerdas aquel eslogan de propaganda que te cautivó, sonriendo para ti.  

Sientes el peso de tu cartera en el hombro, de la misma forma que si sintieras el peso de la responsabilidad. Inspiras profundo y echas a andar.