Chapter 1: DUALIDAD

CONOCEREMOS LA VIDA DEL PERSONAJE PRICIPAL Y LAS SITUACIONES QUE VIVIRA PARA DARLE INICIO A SU HISTORIA


Cesar vs Zarek

El aire del campo de entrenamiento vibraba con tensión.
El orbe celestial flotaba sobre ellos, marcando el inicio del combate.

Zarek sonreía, confiado, con su espada divina al hombro.
César, sin arma, solo apretaba los puños, respirando hondo.

Zarek: —Oh, cierto… se me olvidaba.
(Su sonrisa se vuelve una mueca burlona)
—No tienes arma, ¿por qué será?
…ah, claro —ríe— porque no eres puro.

Las risas de los otros alumnos lo acompañan como cuchillas.
César no dice nada. Solo baja un poco la mirada… y espera.

Maestra: —¡Comiencen!

Zarek se lanza de inmediato. Un destello de luz corta el aire.
El golpe cae con fuerza brutal, pero César esquiva por instinto, rodando al suelo.
Otro tajo.
Y otro.
Cada impacto deja marcas en el terreno.

El público grita y ríe.

Zarek se mueve con elegancia, jugando con él como un gato con su presa.

Zarek: —¿Qué pasa, sombra? ¿Ya te cansaste?
(Su espada roza el hombro de César, dejando una quemadura luminosa.)
—Creí que los hijos de la oscuridad eran peligrosos.

César se incorpora, jadeando. Sus brazos tiemblan, pero no retrocede.
—No… voy a rendirme.

El suelo tiembla ligeramente. Las sombras bajo sus pies se agitan.
Una corriente oscura envuelve su brazo, endureciéndose por un instante como un escudo.
El siguiente golpe de Zarek choca contra él, generando una onda expansiva.

Los alumnos enmudecen.
César se impulsa hacia adelante y golpea con el puño envuelto en energía.
Zarek retrocede unos pasos, sorprendido.

Zarek: —¿Qué fue eso?
César: —Mi turno.

El aura oscura y luminosa crece alrededor de César.
En sus manos, una hoja comienza a formarse, temblorosa, inestable, como si el poder no le obedeciera del todo.
Con un grito, corre hacia Zarek.

El choque de espadas sacude todo el campo.
Chispas doradas y negras llenan el aire.
Por primera vez, Zarek frunce el ceño.
César avanza, golpe tras golpe, cada vez más rápido.
El público deja de reír.
Por un momento, parece que César podría ganarle.

Pero la espada de energía empieza a fragmentarse.
Su cuerpo tiembla.
El poder que invocó se le escapa de las manos como arena.

Zarek lo nota y sonríe con malicia.
—Ya te estás apagando.

Con un giro, canaliza su fuerza divina.
Un corte horizontal, limpio, atraviesa el aire.
César intenta bloquear, pero el impacto lo lanza varios metros hacia atrás.
Su cuerpo golpea el suelo con fuerza.
El polvo se eleva.

El campo queda en silencio.
César intenta levantarse, pero su brazo no responde. La espada se desintegra en motas de luz.

Zarek camina lentamente hacia él, su sombra cubriéndolo.
—Te dije que no perteneces aquí.
(Clava su espada junto a la cabeza de César, a centímetros.)
—Recuerda esto la próxima vez que quieras compararte conmigo.

La maestra observa en silencio, sin intervenir.
César aprieta los dientes, los ojos ardiendo de impotencia.
El público murmura, algunos ríen otra vez.
Una gota de sangre cae desde su frente al suelo.

César (en voz baja): —Todavía… no terminó…

Zarek lo mira con desprecio y da media vuelta.
—Sí, ya terminó.

El orbe celestial se apaga, señalando el final del combate.
César queda arrodillado, mirando el suelo agrietado, con el orgullo hecho pedazos.
Su sombra, extendida frente a él, vibra levemente… como si lo consolara.


Informacion especial
Suma cosas del nodo: 999999 - [[999999]] - -3