Tiene que haber una salida.

Lauren comienza a revisar los muros en busca de algún surco que revele una puerta secreta o compartimiento.

Minuciosamente, va explorando desde el suelo hasta lo más alto que sus manos le permiten revisar. Rasca y golpea cada muro en busca de alguna mueca o un eco que revele un muro falso, pero nada, parecen ser muros de un sólido concreto, sin embargo, nota en el acabado del material una especie de pintura plástica, como en el fondo de una alberca y este cubre todas las paredes.

En momentos mientras busca, piensa en desistir, ¿Qué piensa encontrar? ¿Un acertijo, un interruptor secreto? Eso solo pasa en las películas, pero desde que despertó, todo es tan extraño y sin sentido, que, ¿por qué no seguir buscando? Por lo menos eso distrae su mente.

De pronto algo llama su atención, unas figuras en relieve apenas visibles que encontró en el muro frente al sofá.