Dar un Rodeo

Al final decides dar un rodeo a la casa, una decisión sensata teniendo en cuenta que cualquiera podría estar dentro esperándote.

Al avanzar por el lateral del jardín, observas cómo las cortinas están corridas en cada una de las ventanas, lo que dificulta el hacerse una idea de qué podría haber pasado. Por el camino, encuentras un bate de béisbol, y te viene el recuerdo a la mente del día del cumpleaños de tu hermana, hace tantos años ya... Por ese entonces erais muy pequeños, y olvidaste regalarle algo a tu hermana, así que cogiste tu bate de béisbol preferido y se lo diste (aunque con un poco de pena). Es increíble que lo haya guardado todos estos años. Cogerlo podría ser una buena idea, quién sabe si quizás llegará el momento donde tengas que utilizarlo. Aunque quizás se dificulta un poco el moverse libremente por el lugar, teniendo que cargar todo el rato con él.