Ser firme

El detective respiró con profundidad, frunció su ceño y dictó con claridad sus palabras.

 ── Cálmese. Detective, comportarse de esa manera no solucionará nada.

El hombre apariencia lúgubre lo miró con unos ojos tan agrios como el vinagre, haciendo tragar saliva de forma pesada al novato, quien no refunfuñó hacia la idea de mantener el entre cejo fruncido y la mirada helada. No obtuvo respuesta, sabía que esto le traería consecuencias más adelante, pero no se sentía tan cómodo como podría haber estado hace unos momentos.

  Por suerte hacia la casi inexistente paciencia del detective Woods, a lo lejos en la ruta envuelta en pinos y llovizna, pudieron visualizar las luces de una patrulla en frente de una cabaña desolada que era la única que se encontraba en aquel bosque.

── ¿Comió algo antes de venir, Martínez? - el tono de voz del detective había cambiado, antes tenía un timbre de cascarrabias, ahora parecía tan helada como la vez que se había enterado que el novato ya sabía de su pasado a causa de lo que soltó en su embriaguez.

 ──No, señor…

── Mejor, por lo que me dijeron, ese lugar es un cochinero.