Capítulo 1: Mañana entre raíles

Un día cualquiera en la vida de Clark Kent, no empieza como el común de los mortales. El Hombre de Acero se verá envuelto en un situación crítica tras un accidente en el ferrocarril interurbano.


Parte frontal del tren

No lo dudas, tu cuerpo se dirige a toda velocidad frente a la cabina del maquinista, colocando tus pies sobre la antigua vía del tren. Sientes un pequeño impacto, mientras cientos de astillas y trozos de viga te saltan por detrás. Tus manos estaban posadas en la parte delantera del imponente ferrocarril, ejerciendo la fuerza necesaria para detener el avance, mientras percibes como los pasajeros se mueven en el interior. 

Si no te das prisa en detenerlo puede ser una auténtica tragedia. 

En un instante desvías la mirada hacia atrás, comprobando que la vía se curva y debido a la velocidad del convoy, puede volcar irremediablemente. Presionas aún con más fuerza sobre la parte frontal de la locomotora, haciendo que  tus brazos se hundan hasta rozar parte del cuadro de mandos, logrando disminuir la velocidad, pero sientes llegar la curva, por lo que te ves obligado a desviar con todas tus fuerzas la locomotora hacia el lado contrario. En ese instante ves como los vagones atestados de gente giran hacia el exterior de la vía, provocando el casi seguro descarrilamiento. 

En este caso tienes dos opciones, dejar seguir el trayecto que llevas hasta ahora o por el contrario abandonar la parte delantera y rápidamente situarte junto a los vagones que están a punto de salir de la vía. 

Seguir el trayecto
Situarte junto a los vagones
Suma cosas del nodo: 999999 - [[999999]] - -2