La vida de Julián

Mi vida era una vida normal y nunca pude imaginar lo que el futuro me tenía reservado.

Mi nombre es Julián Beltrán y desde el día que nací en una mañana de 1421, fui el típico chico de campo. Me crié en la granja de mis padres en un pueblo cercano a Burgos, recibí una educación bastante buena para lo que solía ser habitual -debido a que mi madre era hija de unos mercaderes venidos a menos y nos enseñó todo lo que pudo y supo- y, al igual que mis dos hermanos, trabajé duro desde muy joven para ayudar a mi familia con las tareas diarias. La vida no era fácil, pasamos unos años duros debido a una plaga que asoló nuestros campos y dejó a nuestras reses sin alimento. Pero siempre hemos sido una familia fuerte que lucha hasta el final y así es como logramos salir adelante.

Mis padres fallecieron por una enfermedad cuando yo tenía veinte años; os puede parecer que era muy joven pero en aquella época ya era todo un hombre. Mis hermanos decidieron ir a buscar fortuna a la ciudad y yo decidí quedarme en la granja continuando con el legado familiar junto a mi bella prometida, Cristina.