Capítulo 1: La llegada y la despedida


Las presas y el cazador.

   A la vez que unas ratas se hospedaron en nuestra cocina, un gato apareció de la nada.

   Se podría decir que el gato apareció por generación espontánea.

   Lo descubrí una mañana, después de abrir las contraventanas de mi cuarto. Lo vi husmeando en el jardín central. Él también me vio e hizo una pausa en la que dejó ver toda su desconfianza y luego se esfumó.

   Cuando llegó el mediodía, aunque no esperaba nada a cambio, le dejé los restos de mi almuerzo. 

   Varias horas después, cerca de la medianoche, escuché que algo masticaba más allá de mis ventanas... allá, afuera.

La niña abre las ventanas para comprobar si es el gato.
No abre las ventanas y deja que la esperanza llene su madrugada.
Suma cosas del nodo: 999999 - [[999999]] - 0