Los Elegidos

Vuelves a tener ese extraño sueño...

Te encuentras en un mundo árido. Lleno de polvo arrastrado por el viento, de tierra cuarteada y cubierta de heridas. En la infinita superficie se ven armas y armaduras oxidadas a la oscuridad, no hay agua en ninguna parte, no hay vida.

Las estrellas son la única fuente de luz, no hay luces, ni luna ni sol. El manto celestial pronto se contorsiona hasta tomar una forma femenina, que te contempla con el amor de una madre.

Hola, mi pequeño...

Hola, mi pequeña...

El niño de la magia...

La niña de la fuerza...

Cuan largo tiempo he esperado vuestra aparición...

Cuando nacisteis, fue el día más feliz de mis últimos milenios...

Lloré tanto que las estrellas cayeron como meteoros a vuestro mundo...

Ahora por fin sois lo bastante mayores para reclamar vuestro legado...

El mayor imperio jamás conocido os espera...

Y yo, Naba, vuestra madre, os reconozco

Eris, portador del báculo

Kaiza, portadora de la espada